UN SUEÑO
Anoche me sucedió algo lindo amor, soñé contigo en esa hora
en que la boca está en silencio mientras el corazón nos habla,
tu rostro llegó a mí como un regalo de mi mente soñadora
y el corazón me musitó acelerando a mil por hora sus latidos
“por fin sucedió, e ahí a la mujer que amamos”
Estiré las manos para abrazar tu sombra que llegaba a visitarme
y mientras la tibieza de tu piel parecía escurrirse entre mis manos.
sentí sobre mis labios temblorosos los tuyos al besarme.
Detrás de una nube, la luna envidiosa nos miraba
y yo feliz de tener entre mis brazos a la mujer que amaba
dejé que me invadiera totalmente aquel calor
que me llena cuando siento que caen sobre mi
los rayos de amor que me lanza tu mirada.
Todo era un sueño loco producto de mi alma apasionada
pero te sentí tan mía y tan real sobre los pliegues de mi lecho
que por un instante se detuvo el corazón dentro del pecho
mientras volaba a la gloria mi alma enamorada.
Y así, al tiempo que agradecía a Dios por permitirme
el inmenso e inesperado placer de conocerte
recordé sin querer los versos finales de un poema
que garabateé sobre una hoja hace algún tiempo
“Yo puedo enamorarme de mis sueños
levantar otra vez el palacio azul de mis empeños
darte un beso sin tocarte y también hacerte mía sin tenerte”.
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