PASION



Con un pequeño golpe de tus manos
me tiraste de espaldas en el lecho
y pude ver en tus ojos el deseo
mientras sentía el calor de tu pasión.
Empezaste a desnudarte lentamente
al ritmo de una música de fondo inexistente
y mientras tiraba al suelo mi corbata y mi camisa;
sentí el fuego de tus besos en mi pecho
y la cascada argentina de tu risa
puso potros desbocados en mis venas
llenando de ti, la habitación.
No sé cuanto duró aquella sinfonía de placer
pero por una eternidad quedamos presos
de aquella cárcel de caricias y de besos
y cuando por fin mis ojos de ti se liberaron
pude ver por la ventana
que ya se había marchado la mañana
y nuestros cuerpos desnudos que se amaron
eran suavemente por la luna iluminados
mientras una brisa saludaba la llegada
de un nuevo y exquisito amanecer.

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