LA SOMBRA DEL AMOR
La voz sonó del lado exterior de la ventana, fue apénas un susurro pero completamente audible en mis oídos. "Pedro estoy aquì" dijo la voz de mujer con marcado acento extranjero y yo me estremecí, me paré de un sólo salto y unos segundos después estaba asomado a la ventana. No había nadie en la avenida, ni tan siquiera un auto desde el cual alguien pudiera habermse gastado una broma, cerré la cortina y regresé al escritorio donde un poema incompleto aguardaba por mi, tome la pluma, traté de buscar una palabra que rimara con pasión y fue entonces que la voz en la ventana se escuchó nuevamente. Yo ya estaba preparado y de un sólo salto llegué hasta la ventana para asomarme al exterior; nada de nada, la soledad absoluta era la reina de la avenida a aquella hora y mientras mis ojos devoraban cada centímetro cuadrado vi las luces de un auto que asomaba por la esquina, llegó lento hasta quedar frente a mi ventana y al pasar una sombra se asomó desde el asiento posterior y nuevamente escuche aquella voz que me llamaba por mi nombre. Salí disparado hacia la cochera donde mi auto aguardaba y unos instantes después volaba por la avenida, alcancé el taxi seis semáforos después, cuando logré detener al asombrado taxista abrí la puerta posterior y mi sorpresa fue mayúscula, el auto estaba vacío. El taxista me miró enojado primero y con lástima despuès al ver mi insistencia por saber de una pasajera que según el nunca existió.
De regreso a casa pensé que me estaba volviendo loco, guardé el auto, entré a la casa fui dierectamente a mi habitación; sobre mi cama estaba la hoja que había dejado en blanco y que ahora estaba llena; la tomé con miedo y pude leer lo que decía
" Me cansé de cruzarme en tu camino sin que nunca lo advirtieras, hoy he venido hasta ti para quedarme, no me busques porque no podrás hallarme, pero si me necesitas en tu corazón puedes hallarme "
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario