Volví a verte y una vez más he comprobado
que es un vano intento el olvidarte
pues pese a que siempre lo he intentado
jamás dejar de amarte he conseguido.
Estoy seguro que mi destino es adorarte
porque tu amor en mi vida siempre ha sido
mi más grande bien y mi mayor pecado.
Nada puede contra este amor casi divino
y aunque cede mi cuerpo a la tentación terrena
siempre me arrastra hacia ti, el destino,
mientras vaga sin verte, mi alma en pena.
Que se haga la voluntad de Dios, yo ya no lucho
sordo estoy a lo que aconseja la razón
y tan solo a mi terco corazón escucho.
que es un vano intento el olvidarte
pues pese a que siempre lo he intentado
jamás dejar de amarte he conseguido.
Estoy seguro que mi destino es adorarte
porque tu amor en mi vida siempre ha sido
mi más grande bien y mi mayor pecado.
Nada puede contra este amor casi divino
y aunque cede mi cuerpo a la tentación terrena
siempre me arrastra hacia ti, el destino,
mientras vaga sin verte, mi alma en pena.
Que se haga la voluntad de Dios, yo ya no lucho
sordo estoy a lo que aconseja la razón
y tan solo a mi terco corazón escucho.
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