CELOS 2
Me alejé para que mi amor no te dañara
y luego rogué al amor que te encontrara,
te encerré entre los barrotes de mis dudas
y te coloqué las esposas de mis celos;
dejé caer sobre tu palido silencio
las cadenas de mis palabras rudas
y luego logré que nuestro amor se sepultara
en el sordo baúl de mis anhelos.
Hice de todo para acabar con el amor
y luego arrepentido volví para buscarte
pero te ví tan feliz en otros brazos
que ni siquiera para recuperarte
me quedó valor.
Estoy lejos, ya no puede dañarte lo que escribo
pero desde este exilio voluntario
escribo hoy, no para ti,
sino para aquellos a quienes el celo muerde;
que vean cuanto hice sufrir, cuanto sufrí.
Yo quiero que el mundo entero me recuerde
como el tonto enamorado solitario
que grita en el monte del silencio su condena
"tuve en mis manos el amor y por celos lo perdí".
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