Luchaste contra mi amor
y gracias a Dios
perdiste la batalla,
la insistencia de mis versos
venció la resistencia de tus dudas
y al fin rendida entre mis brazos
abriste tus enormes ojos
y mi corazón cayó de hinojos
en el aposento de tu amor.
Estás aquí y me parece mentira todavía
mis labios calman su gran sed de tí
y mi corazón salta en el pecho
sin poder contener esta alegría;
Esta noche será eterna
porqué Dios ha permitido
que tu alma con la mía se hagan una
en las lineas finales de estos versos
que el amor ha convertido en poesía.
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