PARA MI PADRE
Padre mío, hoy que viaja mi mente hacia el pasado
vuelvo a evocarte fuerte gallardo y orgulloso,
a lomos de ese precioso corcel
de ancas enormes y largas crines color miel,
en que mi infantil recuerdo te ha grabado
Fuiste un padre severo pero también fuiste amoroso
me enseñaste que el trabajo jamás es una afrenta
y que no hay mayor problema, que aquel que no se enfrenta
Siempre fuiste fuerte, leal, sincero y generoso
y a pesar de los mil problemas que tuviste
no recuerdo haberte visto inclinar la cabeza, derrotado
Hoy no estás y siempre extraño tus consejos
y hasta añoro algunos azotes que me diste
Te juro que si Dios una nueva vida me ofreciera
y en esa vida, como padre, tenerte no pudiera
por lo mucho que de ti aprendí y me quisiste
le rogaría humildemente al creador
que como mi mejor amigo, a mi lado te pusiera.
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