HERIDA


Hay noches en que el amor lacera tanto
que queda expuesto totalmente el corazón,
sus latidos se vuelven potros desbocados en el pecho
y es tan fuerte y visible el sentimiento
que la bandera del amor hecho jirones
abre surcos de impotencia por la piel.

Esas noches en que el sexo es sólo eso
la pasión se muestra disfrazada de cariño
y somos vulnerables e inocentes como un niño;
No hay caricia que nos lleve hacia el amor.

Esas noches yo prefiero el estar solo
abrigado por una taza en la que humea un buen café,
es momento para poner en orden las ideas
reconocer nuestras faltas cometidas,
poner en la balanza el corazón y finalmente,
reconciliados con el amor y con la vida,
elevar por nosotros y por todos
la agradecida voz de una oración.

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