Y me despedí de ti sonriendo
para que no supieras que moría mi alma
en esa sonrisa de mi despedida.
te abracé despacio y te hablé con calma
para que no vieras esa enorme herida
que vertía lágrimas en lugar de sangre
y que bañaba en llanto tu pronta partida.
Y besé tus labios para que supieras
que entre nosotros no existe el olvido
te miré a los ojos para que sintieras
que mi amor es tuyo y siempre lo ha sido
y quise gritarte que nunca te fueras
que tu amor es todo lo que a Dios le pido
Pero tuve miedo de que no me amaras
como yo quería y quedé en silencio mirando
la puerta por la que te ibas con mi alma muerta
dejando este cuerpo que también te ama
y que va a morirse.... de melancolía!
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