Pasaste con tus aires de princesa
y te vi tan sensual y tan hermosa
dentro de aquel traje azul turquesa,
que pensé no eras real sino una diosa
Y mientras te seguían mis ojos cazadores
forjé una historia en mi reino imaginario
bordando en un instante tus amores
dentro de un dorado escapulario.
Fue tanto el latir de mi alma apasionada
que detuviste la gracia de tu andar
para acariciarme con la luz de tu mirada.
Y supe que jamás te iba a olvidar
porque tocaste mi alma enamorada
Y me diste un beso con el azul de tu mirar
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