SONIDOS, COLOR Y POESÍA


Así como al músico los sonidos lo estremecen,
y al pintor los colores lo hacen vibrar y lo enloquecen;
así al poeta lo llevan al paroxismo los latidos
y como no puede expresarlo con sonidos
ni reflejar en un lienzo el color de una lagrima que cae
escribe sobre un papel lo que en latidos el corazón le trae.

Suspira porque sus poemas no dicen lo que sus latidos sienten
y le parece que sus versos no son suyos porque mienten;
llora de impotencia, se arrodilla, clama al cielo
se limpia los párpados, casi negros, por las huellas del desvelo
y sentado sobre las hojas en que escribiera su poema
siente en su pecho una gran llama que lo abate y que lo quema.
Finalmente escucha los versos que tardíamente afloran
y sus ojos cansados de buscar y no encontrar, tan solo lloran.

1 comentario:

Anónimo dijo...

HERNOSO SITIO..

MALU