GRACIAS
Hoy siento que Dios está contento,
las flores se sacuden alegres del rocío
para saludar a un sol esplendoroso
y los árboles cabeceando al borde del camino
indican al corazón tierno y gozoso
que ya se encuentra cerca su destino.
Las aves trinan en los bordes de sus nidos
sacudiendo sus alas para alejar el frío
y en la mesa familiar el padre amado
bendice el pan que Dios le ha dado
y luego se lo pasa a su callada compañera
para que lo reparta entre los hijos reunidos.
Una esposa se despide del marido con un beso
y un joven de sonrisa fácil y mejillas sonrosadas
con el corazón de un sentimiento preso
avanza deshojando una tierna margarita
mientras una bella y nerviosa señorita
espera que hoy, a declararle su amor, el se decida.
Y yo, testigo excepcional de todo aquello
con el alma deliciosamente estremecida
agradezco a Dios por ser tan bello
y haberme dado el obsequio de la vida.
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