Describir la relación carnal entre un hombre y una mujer puede ser algo grato y placentero, quizá también excitante y adictivo pero dudo que alguien pueda expresar en palabras lo que significa "hacer el amor". Hoy mientras dormías después de nuestra mútua entrega observaba tu cuerpo dormido y mientras mis ojos golosos se recreaban con las curvas amadas de tu cuerpo traté de recordar las mil y una sensaciones que me estremecen, apasionan y desquician cuando tu y yo nos amamos. Primero traté de recordar que motivo nos había llevado hasta la cama casi a media mañana y en un día tan inapropiado como el miércoles, tarea imposible, porque sólo una sonrisa y una ropa interior sobre tu cama llenaban mi recuerdo; traté luego de describir las sensaciones que se trasmiten desde mis dedos al cerebro cuando mis yemas curiosas te dibujan y no supe decir si era ternura, pasión, lujuria o todas juntas. Finalmente intenté describir esa explosión que parece un eco de la tuya y que me desmaterializa y vuelve a unirme muy dentro de tu cuerpo; lo recreé todo, tus gemidos llenando de música mis oidos, tus ojos desvariados mirando hacia la gloria, tus piernas enredadas en mi cintura y tus uñas fieras abriendo surcos de placer sobre la jungla de mi piel, pero no pude explicarlo con palabras porque no son palabras lo que fluye de mi cuerpo hacia tu cuerpo y se confunde con tu esencia abarcando en un sólo gemido la inmensidad del paraiso. No pude decir que muerte y vida se hacen una cuando tu cuerpo y el mío se estremecen tratando de sentir no el propio clímax sino el ejeno y entonces decidí callar y despertarte para poder volver a sentir lo que siento cuando hacemos el amor..
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